Mujer, siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo
se vuelve blanco, los días se convierten en años....pero lo importante no
cambia, tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es la fortaleza que alimenta
a la sociedad.
Detrás de cada línea de
llegada hay una de partida,
detrás de cada logro hay un desafío.
Mientras estés viva,
siéntate viva.
Si extrañas lo que hacías vuelve a
hacerlo.
Sigue adelante aunque
todos esperen que abandones.
Haz que en vez de lastima
te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr,
trota.
Cuando no puedas caminar,
usa el bastón....
Pero nunca te detengas.
Que Dios conserve en ti esa belleza, esa
que se encuentra muy adentro, que en el corazón y alma llevas, la única que
perdura en el tiempo... ¡Felicidades!